martes, 7 de abril de 2009

¿Qué es una Revisión Clínica?



Puntos clave
Los artículos de revisión son documentos médicos que pretenden ofrecer una actualización de los conocimientos sobre un tema clínico mediante la revisión de la literatura disponible sobre ese tema. Son los documentos con mayor difusión y utilización entre los profesionales de atención primaria tanto en nuestro país como fuera de él.
Los artículos de revisión son documentos médicos que pretenden ofrecer una actualización de los conocimientos sobre un tema clínico revisando la literatura disponible sobre ese tema. Dentro de las revisiones podemos hablar de revisiones sistemáticas y revisiones narrativas. En este artículo nos referiremos exclusivamente a estas últimas, a las que llamaremos simplemente revisiones clínicas.
Las revisiones sistemáticas son estudios más pormenorizados, selectivos y críticos que tratan de analizar, integrar y sintetizar la información esencial de los estudios primarios de investigación sobre un problema de salud específico. La diferencia más importante en relación a los artículos de revisión clínica estriba en que las revisiones sistemáticas buscan los estudios más relevantes de forma sistematizada y exhaustiva y los sintetizan de manera rigurosa, empleando en ocasiones métodos estadísticos avanzados (Siwek J, 1997; Siwek J, 2002; Atienza G, 2008).
Sin embargo, aún con los previsibles sesgos que cualquier artículo tiene en el proceso de recopilación, valoración crítica y síntesis probablemente las revisiones clínicas sean los documentos médicos con mayor difusión y utilización entre los profesionales de atención primaria tanto en nuestro ís como fuera de él.
La relativa facilidad con la que pueden elaborarse (en parte debido a la disponibilidad de publicaciones integradas o secundarias, como revisiones sistemáticas o guías de práctica clínica), la participación activa de los clínicos que las utilizan posteriormente, la independencia de expertos en metodología (no es necesario tener conocimientos de metodología avanzados) y su facilidad de uso son probablemente los factores clave de este hecho (Siwek J, 2002).

Elección de un tema
Los temas más apropiados para hacer una revisión clínica son aquellos de mayor interés para el médico de atención primaria y suelen referirse a problemas que con frecuencia crean dudas en la consulta, alta incidencia y prevalencia y/o aquellos en los que por los avances recientes, cambios en su abordaje o debate, necesitan una clarificación.

Los temas más apropiados para hacer una revisión clínica se refieren a problemas que con frecuencia crean dudas en la consulta. En el abordaje de un tema general deberían incluirse al menos: la definición del tema, su incidencia e importancia epidemiológica, diagnóstico y diagnóstico diferencial, tratamiento y seguimiento.
Cuando un tema se aborda de forma amplia, por ejemplo una enfermedad, la revisión debería tratar de estructurarse en apartados que completen su visión general del tema.
Supongamos que elegimos realizar una actualización sobre el acné vulgar. Esta revisión debería incluir:
Definición del tema: qué es el acné vulgar y qué temas no se incluirán. Cuál es su causa y fisiopatología.
Incidencia y características: incidencia y prevalencia según edad, formas de transmisión si procede.
Diagnóstico y diagnóstico diferencial: formas de presentación, criterios diagnósticos, descripción de las pruebas complementarias útiles con su sensibilidad y especificidad y estrategia diagnóstica.
Tratamiento y seguimiento: incluyendo las diferentes posibilidades terapéuticas, de cuidados, prevención, complicaciones y seguimiento.

El empleo de una metodología de búsqueda eficiente es el elemento central que permitirá recuperar información de calidad en un tiempo y cantidad aceptables.
Un clínico puede encontrar respuestas de confianza y precisas a las preguntas planteadas en la revisión utilizando fuentes confiables, que trabajan con una metodología apropiada. La búsqueda de la literatura para elaborar un artículo de revisión se puede realizar fundamentalmente en fuentes integradas o secundarias, recurriendo a los artículos originales cuando esas fuentes se contradicen al contestar a una de las preguntas clave planteadas (Ruiz-Canela J, 2004) o para localizar los estudios más recientes, habitualmente no incluidos en las publicaciones integradas, que cierran la búsqueda hasta dos años antes de la publicación del artículo.
La elección de fuentes fiables por su rigor en la metodología de elaboración de sus documentos y su actualización implica que no precisaremos analizar la validez interna de la información recuperada.
Iniciar la búsqueda por fuentes muy elaboradas, preparadas para responder preguntas en el puesto de consulta requiere menos formación en lectura crítica y es menos costosa en tiempo. A partir de aquí, en función del tiempo disponible y de los conocimientos que el clínico tenga sobre búsqueda, recuperación y evaluación de la información científica, podría hacer una revisión más o menos exhaustiva de los artículos originales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario